Hace 2 años
miércoles, 31 de diciembre de 2008
Sólo un beso
20:36. Menos de cuatro horas para las 00:00, para fin de año. Busco mi misántropo, busco mi misántropa. Quiero mi beso. No estoy en Craiglist, pero lo quiero. No busco un beso especial, sólo un beso. No tiene que ser ni en la montaña ni bajo la lluvia. En un café estaría bien y que me miren como si mirasen a una hoja caer de las secas ramas de un árbol, en otoño y que la cojan. Y que me cojan y me lleven a algún lugar. Y luego, que me besen. Y que me digan te quiero, aunque me mientan y me sigan mirando y que la luna sea testigo y guarde el secreto por siempre.
lunes, 29 de diciembre de 2008
domingo, 28 de diciembre de 2008
Decadente, quizá...
sábado, 27 de diciembre de 2008
FUCK ME!
Fuck me! I say. Baise-moi! Je sais bien ce que je dis! Fòllam! Repeteixo. ¡Fóllame! ¡Fóllame, ya!
Quiero sentir el calor del sexo, apagar la luz y seguir viendo, sentirme sucio, obsceno. Quiero ponerme unos zapatos de tacón de aguja, unos calzoncillos negros y que me chupen el cuero, quiero sentirme sumiso a los látigos ajenos, quiero chupar y lamer, penetrar y ser penetrado, clavar mi lujuria a martillazos y que me los devuelvan con mazas candentes. Quiero sentirme sucio. Quiero volar con el rayo verde, bañarme en la fuente de la vida, sentir el aroma del cambio. Quiero dejar de tener miedo, quiero tirar mis gafas de sol, gafas que nunca he tenido, deshacerme de la máscara que no he elegido y quemar mi cuerpo sobre la seda del lecho de un antiguo motel y ver pasar el tiempo y ver llover.
Quiero sentirme sucio, salir a la calle y que me paren, que me inviten con un beso, tomarme un Cosmopolitan y ver Manhattan en la playa. Quiero subirme a un coche y que me lleve lejos, con un bolso Louis Vuitton, con un Dior.
Y que me diga que me quiere, aunque me mienta y que me diga que me desea, aunque me mienta.
Yo quiero sentirme sucio y tengo miedo. Mucho miedo.
viernes, 26 de diciembre de 2008
L'homme du train... Réalité ou fiction?
El hombre del tren, película francesa de Leconte que relata una realidad simple y llana, pero a la vez triste, conmovedora. Vivir una vida y anhelar otra, echar de menos, sentir nostalgia por lo que nunca viviste y desearlo, pero también resignarte o no, resignarte a morir sin ser lo que quisiste ser, sin sentir lo que quisiste sentir o arriesgar, dejarlo todo, abandonar tu realidad para intentar alcanzar no tus sueños, si no tu propia esencia, esa que perdiste en algún momento de tu vida.
L'homme du train, en un hermoso francés , nos recuerda que nuestras vidas, si se intenta, pueden cambiar, sólo tenemos que esperar quizá al momento adecuado, a estar preparados o, simplemente, una señal, que no divina, añado. Y es que vivir una vida que no queremos, anhelar otra, vivir detrás de una máscara empapada por el sudor del dolor, de la tristeza y ver en blanco y negro, puede ser negociable.
Espero, algún día, aprender a negociar yo también y poder desprenderme de esa máscara que me oprime y no me deja respirar.
Y si tengo que contestar a mi propia pregunta, diré que esta película es la realidad convertida en ficción, una ficción enmarcada en un contexto que con otros nombres y otros deseos bien podrían ser la realidad de cualquier otro.
Sin duda, una buena película, de las que te hacen pensar, reflexionar sobre ti mismo, con unas buenas actuaciones y unos muy buenos diálogos.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Soledad
La soledad me embarga, penetra mi piel y me cala hasta los huesos, supurándome tristeza, desencanto. La soledad me provoca soledad.
martes, 16 de diciembre de 2008
Mi cartera de inversión... Louis Vuitton.
sábado, 6 de diciembre de 2008
Un placer, encantado.
Ayer fue una tarde especial. Conocí a dos encantos, a dos amigos que había conocido por internet. A ella la conocí hace más de dos años y ya era hora de verla en persona. A él, guapísimo, un par de meses tan solo. Me lo pase muy bien. Los nervios iniciales se esfumaron cuando me saludaron. Fuimos a un hotel de lujo, elegante y sofisticado del centro. Un par de Cosmopolitans, Risto Mejide de fondo, Nueva York y muchas sonrisas.
Me alegro mucho de haberlos conocido. La próxima vez, nos vamos de tapas, quizá en Madrid.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
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