martes, 19 de enero de 2010

Cine de verdad

Dentro de muchos años, un ejecutivo, con traje y corbata de Armani, de una gran productora de Hollywood vendrá a mí y me suplicará y me rogarás que le ceda los derechos de mi historia para una producción americana putrefacta con Carmen de Mairena, interpretando mi personaje, y una serie de desgraciados como extras. La película será un gran fracaso, pero con el paso de los años la esencia underground del film y la historia restarán en los anales del cine de culto y la veré, estirado en mi sofá encontrado al lado de un contenedor de basura, acompañado de una gata negra y blanca, engullendo palomitas, con sobrepeso y luciendo una bata de guatiné fucsia con bordados barrocos. Y me reiré como un cerdo mientras la espuma de la décima cerveza vespertina resbala por mi barbilla.

miércoles, 13 de enero de 2010

Luces de neón

Verter el vodka en un vaso de cristal y sumergirme en él. Fumar yerba para olvidar donde me he sumergido. Pensar que la vida no es real, que todo es un sueño que terminará en una gran explosión psicodélica de colores y luces de neón acompañada de los éxitos más poperos de Madonna. Estoy renovando mi fondo de armario, para que no me pille desprevenido y tenga algo en mi haber para la ocasión. Y compraré serpentinas y confetis, y un gran lazo rojo, y unos zapatos de tacón y me los pondré y caminaré sobre ellos cuando todos me miren como en un desfile de Dior. Y me pintaré el pelo de azul para no desentonar, para dejar de ser invisible, para que todos sepan quién soy y me odien y me teman y se aprovechen de mí. Llevaré un bolso enorme para que me quepan cien botellas de alcohol y un estuche para poder drogarme sin cesar, y todo será para mí y para aquéllos con quienes lo quiera compartir. Y terminaré en una cuneta, si es que aún existen, medio drogado, medio inconsciente. Y me preguntarán mi nombre y no sabré qué responder porque ya no tendrá sentido repetirlo. El dolor ya no será dolor ni el sufrimiento tendrá cabida entre las luces de neón.

jueves, 7 de enero de 2010

Amistad

A veces me pregunto qué significa la palabra amigo, muy distorsionada hasta límites aberrantes. Su uso habitual y descuidado resulta nauseabundo en muchos casos. ¿Qué es un amigo? ¿Puede acaso considerarse como tal una persona a la que apenas conoces o se debe de tratar así a una con la que se han compartido decenas de años? Sí y no, obviamente. La amistad no depende del tiempo, depende de la confianza que uno pueda profesar hacia un individuo, cualesquiera que sean las circunstancias. Quizá sea demasiado banal definir amistad única y exclusivamente como sinónimo de confianza, empero, es básica, puesto que necesita ésta de la suficiente seguridad en la otra persona para poder darse. Asimismo, cabe remarcar que la amistad también es fruto del afecto y del cariño mutuo. Sentirse a gusto junto a alguien y notar que dicho sentimiento es recíproco es importante, cuanto más tanto que, al fin y al cabo, la amistad es entre dos personas. Otro aspecto, siquiera antes lo haya negado con rotundidad, es el tiempo, entendido como el período necesario para fortalecer dicha relación bilateral. El tiempo, como tal, no es inherente a la amistad, mas sería difícil negar sin discrepar ni debatir antes hasta la saciedad que el paso del tiempo refuerza la amistad, en tanto que también puede deteriorarla. Y no por ello quiero decir, reiterándome, que la amistad dependa de él, ya que cualquiera puede elevar a alguien a la categoría de amigo cuando lo considere menester, cuando lo sienta así, sin importar el tiempo que haya pasado. Pormenorizando los diferentes aspectos que participan del susodicho estado, el compartir intereses, gustos o aficiones puede resultar un punto a favor, aunque ni mucho menos decisivo. Por una parte, puede ser atractivo e interesante, por la otra, el antagonismo puede ser excitante a la par que enriquecedor, puesto que propicia el entendimiento, la tolerancia entre opuestos y la capacidad de mostrar interés por materias distintas.

LLegados a este punto, pregúntome yo cuál es el significado correcto de amigo. En mi opinión, un amigo es aquél en quien puedes confiar, aquél que más allá de la distancia y del tiempo sabes que está a tu lado, es la persona en la que uno puede apoyarse en los buenos y en los malos momentos. La amistad no entiende de edades ni de sexos, la amistad es mucho más y tendemos a generalizar el concepto en demasía.

Amigos hay muy pocos, conocidos, incalculables.

Para concluir, cito: << ¡Nercro & Jabón, qué leches! xD Pues andaba servidora intentando contactar con Jabón para inquirirle lo mismo. Obviamente, "cundir, cunde", siquiera servidora debe invertir su preciado tiempo en actividades menos placenteras, mas obligatorias, por la cual cosa espera no regresar a una hora intempestiva a su morada. >>

martes, 5 de enero de 2010

lunes, 4 de enero de 2010

Tengo 18 años y siento que soy un tonto, y encima fumo y tú te desvaneces con el humo y me enciendo otro para no perderte. Creo que fumo demasiado.

domingo, 3 de enero de 2010

Ebrio de ti

Trató de volver a vivir ese momento, la tierra roja y húmeda, el intenso olor de
los bosques de pinos y eucaliptos, donde el tapiz de hojas secas se maceraba,
después del largo y cálido verano, y donde la luz cobriza del sol se filtraba
entre las copas de los árboles. Trató de recordar el frío, el silencio y esa
preciosa sensación de ser los dueños de la tierra, de tener veinte años y la
vida por delante, de amarse tranquilos, ebrios de olor a bosque y de amor, sin
pasado, sin sospechar el futuro, con la única increíble riqueza de ese instante
presente, en que se miraban, se olían, se besaban, se exploraban, envueltos en
el murmullo del viento entre los árboles y el rumor cercano de las olas
reventando contra las rocas al pie del acantilado, estallando en un fragor de
espuma olorosa, y ellos dos, abrazados dentro del mismo poncho como siameses en
un mismo pellejo, riéndose y jurando que sería para siempre, convencidos de que
eran los únicos en todo el universo en haber descubierto el amor.

Texto extraído de La casa de los espíritus de Isabel Allende.

sábado, 2 de enero de 2010

Candy Darling

Candy Darling en su lecho de muerto de Peter Hujar


Ayer volví a tomarme las uvas, las que pude, pues tuvimos una confusión con las campanadas y al final me sobraron varias. Eso sí, fue divertida la experiencia de tomárselas un día después frente a la iglesia. Así que, he vivido un año de un día, el día 1 de enero, y hoy es año nuevo otra vez.

Y qué mejor que empezar el año nuevo que con unas fotografías de incalculable belleza. El rostro de Candy Darling no tiene parangón.